La diplomacia inteligente y el futuro de la empresa diplomática

El profesor Joseph Nye introdujo el concepto de Smart Power (poder inteligente) como una combinación de poder coercitivo y poder blando para lograr objetivos en las relaciones internacionales, argumentando que ni el poder blando ni el duro por sí solos podían producir una política exterior eficaz. Nye definió el poder blando como "la capacidad de influir en los demás a través de los medios cooperativos de enmarcar la agenda, persuadir y suscitar una atracción positiva para obtener los resultados preferidos". El poder duro, por su parte, es el uso de medios económicos y militares para influir en otras partes. Si bien el poder duro por sí solo no ha logrado transformar Irak o Afganistán en países democráticos, estables y prósperos, al mismo tiempo, el poder blando por sí solo no puede acabar con el régimen talibán en Afganistán ni derrotar al Estado Islámico en Irak. Por lo tanto, una combinación de ambos constituye una estrategia viable, como ha demostrado el reciente acuerdo sobre el programa nuclear iraní (aunque aún sea prematuro evaluar su éxito).

Bajo la Administración Obama, la Secretaria de Estado Hillary Clinton popularizó el poder inteligente y lo definió como la elección de la combinación adecuada de herramientas -diplomáticas, económicas, políticas, jurídicas y culturales- para una situación concreta.

De forma similar a lo que Hillary Clinton denominó "la diplomacia del siglo XXI", en el Foro Diplomático Mundial hemos definido el concepto de diplomacia inteligente como la práctica de un poder inteligente más allá de la diplomacia tradicional, con el empleo de las nuevas tecnologías, las asociaciones públicas y privadas, así como las redes de la diáspora en el centro de la diplomacia. Posteriormente, hemos identificado tres pilares para una Diplomacia Inteligente eficaz: Capacidades digitales, Diplomacia multipartita y Diplomacia feminista. Estos tres pilares representan factores críticos para el proceso de traducir el poder inteligente en una influencia efectiva tanto en las relaciones bilaterales como en el ámbito internacional más amplio.

Capacidades digitales

Diplomacia feminista

Diplomacia de las partes interesadas